Uru-Chipaya

El Uru-Chipaya es un grupo genéticamente aislado que consiste de variedades lingüísticas estrechamente ligadas y antiguamente habladas por los grupos étnicos llamados Urus quienes vivían en el altiplano, en el sur de los Andes centrales de Bolivia y Perú. Tres de esas variedades lingüísticas ya en tiempos pasados fueron objetos de interés lingüístico y documentación:

  1. La variedad lingüística de Santa Ana de Chipaya y Ayparavi, dos comunidades situadas al norte del lago Coipasa, Bolivia
  2. La variedad lingüística de Irohito, una pequeña comunidad a orillas del río Desaguadero, Provincia Ingavi, Departamento de La Paz, Bolivia
  3. La variedad lingüística de Ch’imu, una comunidad ubicada a orillas del lago Titicaca, al sur y a pocos kilómetros de la ciudad de Puno, Perú

Tanto Rodolfo Cerrón Palomino como Alfredo Torero realizaron estudios a base del material documentado, el primero, analizando la fonología histórica, y el segundo, efectuando una comparación léxica. Ambos concluyen que, a pesar de que las distancias culturales y geográficas entre Irohito y Chipaya son mayores que las de Irohito y Ch’imu, las variedades lingüísticas de Irohito y Chipaya tienen una mayor afinidad lingüística. Por eso, se podría suponer que existe una división de las variedades lingüísticas Uru-Chipayas en dos sub-grupos, uno peruano, antiguamente hablado en el pueblo de Ch’imu, y otro, boliviano, conformado por la variedad de Irohito y la de Chipaya y Ayparavi. Hoy en día, la única variedad aún hablada en la vida cotidiana es la de Chipaya y Ayparavi, sumando a un total de aproximadamente dos mil hablantes de toda edad.

La variedad lingüística de Chipaya y Ayparavi es la que representa el enfoque principal de este proyecto de documentación. La llamamos Chipaya y se trata de un idioma aglutinante con un complejo sistema de consonantes donde se distingue entre consonantes oclusivas y fricativas simples, aspiradas y glotalizadas, retroflexivas versus no retroflexivas, y labiales versus no labiales. Tiene un sistema de cinco vocales, diferenciando vocales cortas y largas. El idioma distingue el género masculino y femenino para entidades animadas y existe una concordancia de género en algunos tiempos verbales y clíticos pronominales que pueden adherirse a cualquier palabra que precede el verbo.